11 de marzo de 2011. Costa Este de Japón. Faltan 14 minutos para las 3 de la tarde. Un sonido en tu móvil, televisión o radio te avisa de un inminente peligro. Sólo dispones de un minuto hasta que algo ocurra y corres a ponerte a salvo sin saber con certeza cual es la magnitud de dicha amenaza. Y entonces, las paredes de tu casa comienzan a tambalearse, lanzándote de un lado a otro sin descanso, durante más de 6 interminables minutos. Por desgracia, sólo es el principio.
Esa fue la sensación de cientos de miles de personas ante el peor terremoto que ha sufrido el País del Sol Naciente durante toda su historia. Un seísmo con una magnitud de 9.0 en la escala Richter cuyo epicentro se situó a 130 kilómetros y 32 kilómetros de profundidad de la costa de Sendai (prefectura de Miyagi) y el cual vino seguido de un enorme tsunami con olas de hasta 40 metros que literalmente barrieron toda la costa Noroeste de Japón, teniendo especial impacto en dicha prefectura.
El tsunami fue, sin duda, lo más perjudicial de toda la catástrofe, ya que la gran masa de agua que desplazaba se adentró a una gran velocidad unos cientos de metros a lo largo de toda la línea costera, especialmente en las prefecturas de Miyagi, Iwate, Ibaraki y Fukushima, inundando y destruyendo todo lo que encontraba a su paso, ya fuesen urbanizaciones, carreteras, parques o incluso aeropuertos como el de Sendai. Las miles de imágenes y videos son escalofriantes, y tras verlas queda claro el poder devastador que tuvo la gran ola.
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Un video recopilatorio de 15 minutos de como se vivió el terremoto en diferentes partes del país
Más puntos de vista
Video dónde podemos apreciar la increíble fuerza con la cual el agua destruyó todo lo que encontraba
Fue esta última prefectura, la de Fukushima, una de las más perjudicadas no solo por los destrozos directos que ocasionaron el terremoto o el tsunami, sino por lo que vino a consecuencia de ello. Y es que durante un largo periodo de tiempo, enormes olas de hasta 15 metros de altura golpearon reiteradamente la central nuclear de Fukushima-Daiichi, la cual equivocadamente (tanto TEPCO como el Gobierno japonés han admitido su error) fue construida en el año 1966 a menos de 10 metros del mar.
Nada más producirse el terremoto los 3 reactores que se encontraban operativos aquel día dejaron de funcionar automáticamente y se trató de utilizar la electricidad del tendido eléctrico civil para proceder al enfriamiento de dichos reactores. Sin embargo, todo el tendido había quedado destruido por el fuerte temblor, así que en un intento desesperado se pusieron en funcionamiento los motores generadores de electricidad para casos de emergencia. El fuerte golpeo de las olas complicó esta segunda solución para enfriar los reactores, y fue entonces cuando se declaró el estado de emergencia en la central nuclear.
Tras varias explosiones en dichos reactores el nivel del accidente se elevó hasta un grado 7 (mismo nivel que el que se declaró en Chernobil), ya que los niveles de radiactividad detectados en el interior de la central nuclear eran 1000 veces los permitidos, mientras que en el exterior eran 8 veces mayores. Sin duda, la posibilidad de que se produjera una fusión del núcleo estaba presente, y es por eso que no se dudó en declarar un radio de precaución de 20km, lo que conllevó a evacuar a todos los habitantes de esa zona.
Recientemente se hizo publico un documento que el gobierno nipón mantuvo en secreto para que no cundiera el pánico entre la población. En este documento estaba presente la posibilidad de que si los trabajadores de la central nuclear no conseguían enfriar los reactores y contener la radioactividad, se habría tenido que proceder a evacuar todo el área metropolitana de Tokyo, algo que es prácticamente imposible de llevar a cabo. Además de otros detalles y tras investigaciones posteriores, se conoció que es imposible evacuar 30 millones de personas en tan poco tiempo, o por lo menos así lo reconoció el exprimer ministro Naoto Kan en una revista concedida al diario Tokyo Shimbun.
Hoy, exactamente un año después de esta catástrofe, aún continúan las labores de búsqueda de cuerpos en las que trabajan diariamente unos 1.000 policías, ya que se estima que el número de personas desaparecidas puede llegar a superar las 3.500 (el número de victimas mortales alcanza prácticamente los 16.000). La tarea se hace realmente complicada si tenemos en cuenta que el tsunami dejó tras de si una cantidad de casi 20 millones de toneladas de escombros y que el retroceso de las aguas pudo llevarse consigo a muchísimas personas de vuelta hacia el océano.
Además, aún hoy unas 300.000 personas siguen viviendo en casas temporales, bien porque su hogar estaba situado en las zonas de costa que se vieron inundadas por la gran ola del tsunami o bien porque su vivienda se encontraba dentro de la zona de exclusión de 20 km habilitada en torno a la central de Fukushima-Daiichi. Esta segunda razón perjudica a más de 80.000 personas, que ya comienzan a asumir el hecho de que probablemente nunca puedan volver a sus casas por culpa de la radiactividad.
Esta es una comparativa de imágenes, donde vemos la diferencia y el gran trabajo que se ha hecho tras el tsunami.
Desde DVSTokyo queremos dar animo sobre todo a la gente que ha perdido sus casas y en general a todo Japón por ser una nación tan entregada y unida ante las catástrofes, desde luego es admirable.
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La persona que iba en el carro del video sobrevivió? No entiendo lo que dice al final del video primeramente dios los allá ayudado....
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