jueves, 22 de septiembre de 2011

Día 4, Kamakura

El cuarto día, a pesar de las agujetas de la noche anterior (para quien no lo haya leído, tuvimos que correr unos 7 km en 45 minutos, la explicación está en la entrada anterior), salimos de Tokyo para desconectar un poco de sus grandes y bulliciosas calles y decidímos ir a pasar el día a Kamakura, a realizar la Ruta Del Daibutsu. Esta ciudad se encuentra a unos 50 km de Tokyo, y es famosa por la gran cantidad de templos y santuarios que hay entre sus montañas, así como por el Gran Buddha de 13 metros que esta en el templo Kotokuin.

Tras desayunar y ducharnos, nos enfundamos la ropa más apropiada que habíamos traído para ir al monte y cogimos el tren que nos llevase hasta allí. Gracias a un cartel que estaba en la recepción del hostal supimos perfectamente que líneas teníamos que coger y donde bajarnos en cada momento. La verdad es que tuvimos la suerte de coger un "rapid train" que no paraba en todas las estaciones, así que el viaje de ida fue más corto de lo esperado.


Llegamos a Kamakura hacia las 11 y después de buscar un mapa de la zona y situarnos, comenzamos a andar hacia algunos de los templos. Aunque no es mucho dinero, hay que pagar unos 200 yenes para entrar en cada uno de ellos, y puesto que hay más de 20, nos vimos obligados a hacer un filtro y decidir a cuales íbamos entrar.


El primero al que entramos se llamaba "Meigetsu-in" y la verdad es que estaba muy bien cuidado. Fue construido en el año 1383 por Uesugi Norikata, que pertenecía al clan Uesugi, y según unos escritos de hace 350 años, Meigetsu-in debió ser en sus comienzos una especie de "habitación de invitados" de un templo mucho más grande que estaba al lado llamado Zenkō-ji, y que fue cerrado por el gobierno durante el periodo Meiji. Vimos la cueva en la que se encuentra la estatua del creador del clan Uesugi, la cual data del siglo XIII, y pudimos entrar en una habitación del templo en la que hay una ventana redonda desde la que se ven los jardines traseros del templo, además de beber té y comer una especie de obleas.


Al salir del Meigetsu-in, continuamos andando hacia el siguiente templo que salía en el mapa, el Kenchoji, pero finalmente decidimos no entrar por miedo a que al final no nos diese tiempo a llegar hasta el Gran Buddha, que se encontraba a unos cuantos kilómetros que además había que hacer por el monte.


Así pues, comenzamos a buscar el comienzo del camino hacia la montaña. Por el camino dejamos atrás varios templos más, hasta que finalmente, la carretera se convirtió en tierra y empezamos a subir la montaña. Tras subir unos 10 minutos llegamos a una explanada donde había una estatua del Shogun de un clan de la época, y después de hacer unas fotos, preguntamos a una familia el camino que teníamos que seguir para llegar al Daibutsu, ya que la verdad, andábamos un poco perdidos.


Nos indicaron la dirección y enseguida vimos carteles en los que ponía la distancia que nos quedaba para llegar. El primer cartel que vimos marcaba una distancia de 2 km, pero sinceramente, y más teniendo en cuenta que andamos durante un par de horas (aunque nos íbamos parando para hacer fotos), creo que la distancia no pudo bajar de 4 o 5 km. De todas formas, aunque el camino es como lo podéis ver en las fotos, con una ropa fresca (hacía como 30 ºC) y unas deportivas no debería surgir ningún problema para realizarlo, ya que es un camino sencillo y bastante llano.


La verdad es que el final de la caminata por el monte nos resultó un poco decepcionante. Después de ir viendo los carteles de "300 meters to Great Buddha", "200 meters to Great Buddha"... y ver que aun seguíamos en un camino de tierra en medio del bosque, lo último que nos esperábamos era que ese camino desembocaría en una carretera, y que 100 metros más allá, en un parking lleno de autobuses de los que no paraba de bajarse gente y un montón de chiringuitos en los que vendían souvenirs, fuese a estar el templo Kotokuin, en el que esta el Gran Buddha de bronce. Lo que nos esperábamos era algo en medio del bosque, un poco más inaccesible para la gente, o que al menos, no se pudiese acceder en autobús hasta la mismísima puerta. De todas formas el templo era muy bonito y el Buddha impactaba por su tamaño. Hasta pudimos entrar dentro de él por 20 yenes!


Después de salir de Kotokuin fuimos a la playa, que esta como a 10 minutos, y estuvimos descansando un rato antes de coger el tren que nos llevase de vuelta a Shinjuku. Sin embargo el episodio del tren de vuelta fue bastante más largo de lo que esperábamos, ya que una de las líneas que debíamos coger se bifurcaba a mitad de camino (cosa que no sabíamos), y como siempre que hay un "fifty-fifty" de posibilidades, más aun si dejas esa elección al azar, la cosa sale mal, adivinad a que tren nos subimos… Además, para cuando nos dimos cuenta, nos salía mejor bajarnos y coger otra línea que regresar hasta el punto en el que nos habíamos equivocado. Resumiendo, que para cuando llegamos a Shinjuku habíamos pasado casi 3 horas de tren en tren.


Sin ganas de salir a dar una vuelta a la noche por el cansancio, compramos en la estación un "Bento", que es una comida preparada para llevar y nos la comimos al llegar al hostal. Fuimos a la sala común y había mucha más gente de lo habitual. Fue entonces cuando nos dimos cuenta de que era lunes, y de que los lunes a la noche en el hostal hay un Conversation Club de gente japonesa que viene para hablar en inglés y así mejorar sus habilidades con ese idioma. Estuvimos un rato hablando con dos chicas de Tokyo, Shizouka y Marina, que nos estuvieron comentando sitios por los que salir a la noche y además, tras un rato hablando sobre series japonesas que conocíamos (dragon ball, doraemon, oliver y benji...) no nos pudimos aguantar y les preguntamos por... Humor Amarillo! Resulta que aquí no lo conocen, no lo habían visto en su vida, no existe en su mente (al menos en la de la gente de 21 años) e incluso, parece no hacerles reír como a nosotros. En fin, ¿se trataba de un programa destinado únicamente a los occidentales? Al parecer si, y sinceramente, aunque el programa de Takeshi Kitano ya tuvo su momento en España hace 5 años, me sorprendió un poco que aquí no lo conocieran.

1 comentario:

  1. Muy buena entrada. No sabía que estuviese tan cerca de Tokyo. Me parece a mí que voy a ir preparando una visitina a Kamakura...

    Un saludo. \(^_^)

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